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Para muchos, el packaging no es más que el embalaje de un producto, una mera protección para evitar que el contenido se dañe o llegue en mal estado a su destinatario. Sin embargo, el envase dice mucho del producto y de la marca, al igual que en muchas ocasiones, puede transmitir un concepto como valor o calidad del producto.

Por supuesto, el envase debe cumplir con la legalidad vigente y transmitir la información necesaria sobre el contenido del producto.

PACKAGING COMO ELEMENTO DIFERENCIADOR

La emergente y constante aparición de nuevos producto en el mercado obliga cada vez más a las empresas a buscar elementos diferenciadores para contrastar sus productos de los de la competencia. En relación a esto, parte de la solución reside en la diferenciación visual mediante un adecuado envoltorio que transmita al cliente un mensaje claro que le lleve a la compra del producto.

Por lo tanto, cada vez más se está dando un enfoque distinto al empaque del producto, pero es importante conocer que sus principales funciones son:

  • Proteger el producto: La principal función del packaging es sin duda la de proteger su contenido de la contaminación, rotura, luz, calor, frío, evaporación, deterioro y muchas otras condiciones que pueden resultar dañinas para el producto.
  • Facilitar su transporte y almacenamiento: Quedan atrás los tiempos en los que pasaba un carro con un barril de leche y todo aquel que quisiera comprar debía traer un recipiente para que se lo llenaran. Por suerte, gracias a la sustancial mejora del empaquetamiento, a día de hoy es posible obtener todo en las tiendas en cantidades estandarizadas para el consumo.
  • Información del contenido del producto: No olvidemos que existe una normativa que obliga a las empresas a proporcionar información sobre el contenido del producto al igual que de su fecha de caducidad, si se trata de bienes de consumo.

Pero, ¿Quién no ha realizado una compra porque la presentación del producto le haya llamado la atención? Las empresas son conscientes de que cada vez más se premia la presentación, lo visual, dado que en muchas ocasiones, no hay forma de averiguar si el contenido de un producto es de calidad o no hasta que lo compramos, por lo que el packaging, es una forma de transmitir confianza sobre la calidad del producto.

¿CÓMO LOGRAR UN BUEN PACKAGING?

Como hemos podido comprobar, el empaque es una parte fundamental de la presentación de un producto. Estos son algunos consejos que os ayudarán a mejorar el packaging de vuestra empresa.

  1. Lo primero es cumplir con la normativa vigente, por lo que es importante conocer los requisitos legales que hay para el empaquetado de nuestro producto.
  2. Conocer las necesidades del cliente, al igual que sus expectativas, para poder ajustar al máximo el producto a sus necesidades.
  3. Diseñar una estrategia, ¿Qué queremos transmitir con nuestro envase?
  4. Ser creativos e ingeniar nuevas formas de presentación de nuestros productos. Un buen ejemplo de esto es SMINT, que venden sus caramelos con un empaque único que los diferencia de los demás competidores.
  5. No descuidar los detalles. Por ejemplo, si tenemos elementos férreos en nuestro empaque, debemos asegurarnos de que no se van a oxidar con el tiempo y deteriorando así la imagen de nuestra marca.
  6. Evitar que el packaging sea confuso o complejo, dado que eso puede repeler a los clientes a comprar un producto.

Esperamos que este post os haya ayudado a obtener una mejor idea sobre el concepto de packaging y de cómo emplearlo para potenciar las ventas de vuestros productos.

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