Cómo analizar el entorno de mi empresa
Para analizar todos los factores que rodean a nuestra empresa disponemos de diferentes herramientas que nos pueden ayudar a conseguir un análisis completo. Debemos diferenciar entre dos entornos a la hora de realizar este análisis, macroentorno y microentorno.
En primer lugar, comenzaremos con un análisis PESTEL. Esta herramienta de análisis es una técnica que nos permite definir el macroentorno a través de una serie de factores externos. Estos factores pueden ser de carácter político, económico, socio-cultural, tecnológico, ecológico y legal. Identificaremos los distintos factores en el entorno e intentaremos predecir que va a suceder en un futuro para tenerlo en cuenta. Algunos ejemplos de los factores a valorar pueden ser los siguientes:
- Políticos: factores asociados con la política que puedan influir en la actividad de la empresa.
- Económicos: ciclos económicos, crisis, tasas de interés, inflación, niveles de renta…
- Socio-culturales: tendencias en la sociedad, gustos, forma de comunicar, cambios demográficos…
- Tecnológicos: inversión en I+D+i, aparición de nuevas tecnologías, uso de las TIC…
- Ecológicos: leyes de protección medioambiental, regulación sobre consumo de energía, calentamiento global, reciclaje…
- Legales: licencias, derechos de propiedad, leyes de seguridad social…
Este análisis se puede complementar con las 5 fuerzas de Porter donde podremos analizar el entorno de la industria o mercado al que pertenece nuestra empresa. Estas cinco fuerzas son las siguientes:
- Rivalidad entre empresas competidoras
- Productos o servicios sustitutivos
- Poder de negociación de clientes
- Poder de negociación de proveedores
- Amenaza de nuevos competidores
Otra herramienta que podemos utilizar para analizar el entorno es la técnica DAFO. Esta herramienta nos permite identificar las fortalezas y debilidades (ámbito interno), así como las amenazas y oportunidades (ámbito externo). Deberemos priorizar entre 4 y 8 factores para cada punto.
También debemos tener en cuenta a la competencia, y diferenciar claramente entre directa e indirecta. Cuando hablamos de competencia directa nos referimos a las empresas que operan en nuestro mismo mercado y además venden el mismo producto o servicio a nuestro mismo segmento de mercado. En cambio, la competencia indirecta serían las empresas que compiten en nuestro mismo mercado y se dirigen a los mismos clientes pero ofrecen un producto o servicio sustituto al nuestro.
Si todos estos análisis los realizamos en profundidad conseguiremos un análisis muy completo del entorno de nuestra empresa y podremos fijar los objetivos y estrategias en función de los resultados obtenidos.